¿Vertical o de cola?

Horizontal. Como los macillos vuelven a su posición de reposo por su propio peso, además de contar con el doble escape, que nos permite hacer una repetición sin tener que levantar por completo la tecla, nos permite realizar múltiples ataques de una misma nota a gran velocidad (hasta 14 veces por segundo).

Vertical. Los macillos dependen de resortes y el rebote contra la cuerda para volver a su posición de reposo, de forma mucho más lenta, limitando la velocidad a la que podemos reincidir sobre una misma nota (hasta 7 veces por segundo).

Una corda (pedal izquierdo): También conocido como pedal suave o celeste. Desplaza el conjunto del mecanismo hacia la derecha, modificando el punto de golpeo de los macillos, hasta llegar a no golpear todas las cuerdas en los conjuntos de dos y tres por cada nota. Se reduce el volumen resultante además de modificar el timbre.

Pedal tonal (pedal central): También conocido como pedal sostenuto. Mantiene elevados los apagadores de las notas que se están pulsando mientras se pisa. De esta manera podemos prolongar las notas que seleccionemos.

Pedal fuerte (pedal derecho): También conocido como pedal de apagadores o de resonancia. Levanta todos los apagadores, incluso al levantar los dedos de las teclas, prolongando todas las notas y dotándolas de una resonancia muy superior.

Pedal celeste (pedal izquierdo): También conocido como pedal de aproximación. Al pisa este pedal, se aproximan los macillos a las cuerdas, reduciendo su recorrido hasta golpear las cuerdas, y con ello su inercia y el volumen generado.

Sordina (pedal centra). En la mayoría de los pianos verticales, este pedal sitúa una lámina de fieltro entre los macillos y las cuerdas, reduciendo el volumen final del instrumento.

Pedal fuerte (pedal derecho): También conocido como pedal de apagadores o de resonancia. Levanta todos los apagadores, incluso al levantar los dedos de las teclas, prolongando todas las notas y dotándolas de una resonancia muy superior.