Carlos Ordóñez de Arce

Yamaha, que cuenta con una red de talleres y centros de artistas de todo el mundo, trabaja con músicos de gran envergadura para dar apoyo a sus interpretaciones, así como para diseñar instrumentos musicales y desarrollar nuevas ideas que ayuden a todos los músicos. Los artistas Yamaha comparten con nosotros su pasión por inspirar a la próxima generación de músicos y la convicción de que todo el mundo debería recibir motivación para desarrollar su talento, conectar con los demás y narrar su propia historia a través de la música.

Te presentamos al artista Yamaha Carlos Ordóñez de Arce


¿Cómo describiría su relación con Yamaha o su instrumento?

Desde el primer momento, mi relación con mi instrumento ha sido un amor a primera vista. A medida que he ido conociéndolo mejor, este vínculo se ha consolidado, permitiéndome descubrir todo su potencial.

¿Qué te aporta tu instrumento para tu trabajo diario?

Este saxofón me ofrece el 100% de lo que puedo exigirle a mi herramienta de trabajo. Me brinda la seguridad necesaria y la capacidad de expresarme musicalmente en cualquier situación, abarcando todo tipo de repertorio.

¿Qué características destacarías de tu instrumento?

Destaco especialmente dos características que considero fundamentales. En primer lugar, el sonido, que siento que me define como intérprete. En segundo lugar, el equilibrio y la facilidad que me ofrece el instrumento, permitiéndome desarrollarme sin limitaciones como músico.

¿Quién ha sido el músico que más ha influido en tu carrera musical? ¿Sigues aplicando alguno de sus consejos?

Es difícil señalar una sola fuente de inspiración. Me considero afortunado por estar rodeado de personas de las que aprendo cada día y con las que comparto experiencias que van más allá de la música. Son ellas las que han influido profundamente en mi desarrollo, tanto a nivel profesional como personal, completando lo que hoy soy como músico.

¿Qué consejo le darías a un músico que está comenzado su carrera?

Mi consejo: disfruta del proceso. Dedicarse a la música es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Debemos sentirnos afortunados y aprovechar cada paso, cada experiencia, porque son ellas las que, sin darnos cuenta, nos nutren y nos forman en esta hermosa profesión.