Historia de la serie HS

El NS-10M era un altavoz pasivo de dos vías con un woofer de cono blanco de 7 pulgadas fabricado con una sola hoja de papel de densidad uniforme pegada en forma de cono, y un tweeter de cúpula blanda ligera de 1-3/8 pulgadas, alojado en un recinto cerrado de madera. Inicialmente concebido y lanzado como un altavoz doméstico, su rápida respuesta y su sonido incoloro fueron muy elogiados por los ingenieros profesionales, lo que condujo a su popularidad en los estudios de grabación de todo el mundo y, en última instancia, contribuyó a que Yamaha recibiera un Premio Grammy Técnico en 2007.

El NS-10M STUDIO era una versión mejorada del NS-10M, diseñado originalmente como altavoz de estantería para uso doméstico, y el nuevo modelo presentaba mejoras de diseño específicas para su uso en estudio. La respuesta de alta frecuencia mejorada dio como resultado unas características acústicas generales más equilibradas. El altavoz se diseñó para su colocación horizontal y se eliminó la rejilla de malla metálica. Aunque la producción se interrumpió en 2001 debido a la dificultad para obtener el material del cono blanco, este popular altavoz se sigue utilizando como monitor de campo cercano estándar en estudios de todo el mundo.

El MSP5 fue el primer monitor de estudio autoamplificado de Yamaha, diseñado como modelo de nueva generación por el mismo equipo de desarrollo del NS-10M STUDIO. Era del tipo bass-reflex de dos vías, con un tweeter de cúpula de titanio que proporcionaba una respuesta sónica extraordinaria y una excelente resolución. También tenía un molde de aluminio y una bobina móvil larga para el woofer, lo que producía un sonido de alta calidad. Además, se han incorporado generosamente los amplios conocimientos y la tecnología de Yamaha en el diseño de monitores de estudio profesionales, incluida una bocina de guía de ondas con un patrón direccional circular uniforme, un grueso recinto moldeado de una sola pieza con un deflector redondo que reduce los efectos de la difracción del sonido y un nuevo circuito magnético que mejora la calidad del sonido, alcanzando un alto nivel de perfección digno de un modelo emblemático.

Basándose en el legado de la serie HS, este modelo de segunda generación se mantiene fiel al sonido original. Un tweeter de cúpula de nuevo desarrollo y una guía de ondas gruesa que minimiza la resonancia trabajan juntos para reproducir las altas frecuencias con suavidad y una precisión soberbia. El woofer, de gran capacidad de respuesta, ofrece una gran capacidad de entrada y reproduce las bajas frecuencias con un control del movimiento excepcional, lo que se traduce en una baja distorsión y un sonido claro. Yamaha ha optimizado todos los componentes, desde el amplificador de potencia de alto rendimiento específico del modelo y la carcasa de MDF de alta rigidez hasta los elementos acústicos de precisión, para ofrecer una monitorización más precisa y musical.

Este modelo de primera generación de la serie HS se desarrolló específicamente para estudios domésticos y de proyectos pequeños y medianos. Se lanzaron tres modelos: dos altavoces de gama completa de 2 vías (5 y 8 pulgadas) con un cono blanco vívidamente distintivo que evocaba el NS-10M original, y un subwoofer independiente de 8 pulgadas. Fieles herederos de la filosofía de diseño de monitores de estudio de Yamaha, estos altavoces ofrecían unas características acústicas planas y una alta resolución. Completamente equipados con entradas XLR y TRS en los paneles traseros, así como controles de ecualización, recorte y corte de graves para optimizar el sonido, ofrecían todo lo necesario para una amplia variedad de aplicaciones.

Estos altavoces de monitorización compactos son para creadores de contenidos y artistas que se niegan a renunciar a la calidad de sonido, incluso en espacios reducidos. Con componentes de primera calidad, como un amplificador de clase D de alto rendimiento, un woofer diseñado con precisión y un tweeter de cúpula blanda, ofrecen un sonido fiel a la fuente a pesar de su pequeño tamaño. Además, la tecnología Twisted Flare Port exclusiva de Yamaha mejora el rendimiento de gama baja, produciendo graves profundos y articulados para garantizar un sonido plano y de alta resolución en toda la gama de frecuencias.

El panel trasero incluye ajustes intuitivos de control de sala/recorte de agudos, que permiten ajustar el sonido para que se adapte perfectamente a su entorno acústico. Una versátil gama de opciones de entrada garantiza una integración perfecta con una amplia gama de configuraciones de producción, tanto si trabaja con música, edición de vídeo u otros contenidos creativos.