Control de calidad

En Yamaha, "control de calidad" significa mucho más que simplemente comprobar que los productos terminados no tienen defectos. Desde cómo se comporta una guitarra en condiciones extremas de calor y frío hasta cómo la sujetan los enganches para la correa cuando se cuelga, todo se comprueba a fondo y sistemáticamente desde el primer momento en que se concibe una guitarra; así nos aseguramos de que la guitarra que llega a tus manos puede con todo, día tras día y noche tras noche.

Crear calidad duradera

1: Revisión virtual – Crear calidad sobre el papel

El planteamiento de Yamaha es poner calidad en cada guitarra desde el primer momento. Esto significa que un diseño propuesto estará sujeto a múltiples sesiones de revisión virtual mientras el instrumento es tan solo una idea sobre el papel.

Todos y cada uno de los aspectos de la guitarra propuesta, incluyendo las herramientas y métodos con los que será construida, serán revisados de principio a fin por diseñadores, ingenieros, luthieres y músicos de dentro y de fuera de Yamaha. Solo cuando todos los involucrados están satisfechos el proceso puede pasar a la siguiente fase.

2: Prototipo inicial – Las ideas se hacen realidad

La fase 2 del proceso de desarrollo es la construcción del primer prototipo. Construido según las especificaciones establecidas en la fase 1, el primer prototipo vuelve a ser sometido a múltiples revisiones. En particular, se examinan con el máximo detalle las nuevas características para determinar si realmente satisfacen una necesidad o si hay alguna forma posible de mejorarlas.

3: Prototipo de preproducción – Perfeccionamiento del proceso

Una vez que el prototipo tiene luz verde por parte de los equipos de revisión, se hace un segundo prototipo llamado de "preproducción". El segundo prototipo se utiliza tanto para comprobar si existen problemas que puedan haber surgido desde la última revisión como para refinar el proceso de producción bajo el que se fabricará el instrumento. Cada diseño requiere sus propias técnicas especiales de fabricación, por lo que han de revisarse en detalle todas las herramientas, plantillas y procedimientos que se van a utilizar para construir el instrumento final.

4: Producción – Control de calidad ininterrumpido

Hacer una guitarra Yamaha implica la intervención de artesanos especialistas en cada paso. Este nivel de atención al detalle significa que cada persona que está taladrando un orificio, encolando un varetaje, dando forma a un mástil o aplicando un acabado está monitorizando la calidad del instrumento a la vez que trabaja. La monitorización de la calidad en los talleres y fábricas de Yamaha es un proceso continuo e ininterrumpido hecho con orgullo por la gente que fabrica las guitarras.

5: Verificaciones aleatorias y respuesta sobre el terreno – Vigilancia continua

De manera regular se realizan verificaciones aleatorias antes de que las guitarras salgan de la fábrica. Si se encuentra un problema en un instrumento en producción, se detiene su salida inmediatamente y se localiza y rectifica la causa antes de reanudar su expedición.

Cualquier problema comunicado por distribuidores o clientes se trata de modo similar: gracias a que las guitarras Yamaha se hacen en fábricas Yamaha, la cadena de comunicación hasta llegar a quien realmente construye las guitarras es muy corta, por lo que se puede actuar rápida y eficientemente para subsanar cualquier problema informado. El Departamento de Control de Calidad de Yamaha incluso compra guitarras en tiendas de música para realizar comprobaciones independientes y aleatorias de los instrumentos en el mundo real.

6: En las manos del músico – Calidad duradera

Una buena guitarra debe durar toda la vida, pero una guitarra que se toca sufre desgaste con el tiempo y necesita un mantenimiento continuado para que se conserve en condiciones óptimas. Yamaha mantiene existencias de piezas que podrían necesitarse para reparar o mantener las guitarras hasta 10 años después de que el producto se haya descatalogado, y a veces incluso más tiempo.

Pruebas de calidad muy rigurosas

Puesto que la calidad no se puede asegurar por completo solamente sobre una base teórica, es necesario someter a los instrumentos y a las piezas reales a un abuso controlado con objeto de probar su verdadero rendimiento, estabilidad y resistencia en condiciones extremas. Yamaha mantiene una serie de instalaciones dedicadas a la comprobación física y al control de calidad, entre las que se incluye el Yamaha Quality Support Center, un centro de primer nivel que alberga algunos de los equipamientos de pruebas para dispositivos electrónicos más avanzados y sensibles que existen hoy en día, además de infraestructuras para realizar tortuosas pruebas de durabilidad que llevan a los instrumentos más allá de los límites de uso normal.

Pruebas medioambientales aceleradas

Una guitarra bien hecha tiene que poder soportar una serie de condiciones medioambientales sin sufrir deterioro ni mermar su comodidad a la hora de tocar: por ejemplo, un mástil que se comba con cada cambio de humedad es prácticamente inutilizable. En condiciones extremas, la madera puede agrietarse y las juntas encoladas despegarse, y ninguna de estas cosas pueden aceptarse en una guitarra Yamaha.

Para garantizar que las guitarras Yamaha permanecen estables y son fiables en cualquier condición, año tras año, los instrumentos se someten a unas pruebas aceleradas que simulan las condiciones más severas imaginables. Los instrumentos de prueba se mantienen a –20 grados y después se llevan a un entorno con +50 grados; esto se repite varias veces mientras se efectúan mediciones para comprobar la integridad y la estabilidad. El mismo proceso se utiliza para condiciones extremas de humedad atmosférica, sometiendo a los instrumentos a periodos alternativos del 90 % de humedad y después al 20 %.

Prueba de vibraciones y caídas

Las guitarras tienen que ser enviadas a todo el mundo: desde la fábrica a los centros de distribución locales, de allí a las tiendas y distribuidores minoristas, y finalmente al músico, y deben llegar a cada sitio en buenas condiciones estéticas, de sonido y de ajuste. Barcos, camiones, aviones y empresas de mensajería no son precisamente los mejores amigos de las guitarras, así que el embalaje y la resistencia a los golpes son factores de calidad que resultan vitales. Las pruebas de Yamaha son tremendamente sencillas: soltar las guitarras desde una altura significativa para que caigan sobre las esquinas, parte superior, inferior y laterales, y someterlas a severas vibraciones mecánicas cubriendo un amplio espectro de frecuencias durante un tiempo considerable. Si las guitarras y embalajes pueden sobrevivir a todo esto, pueden sobrevivir al transporte por todo el planeta bajo las condiciones más adversas.

El objetivo final

El objetivo final del control de calidad de Yamaha es hacer guitarras que satisfagan las necesidades musicales de los guitarristas y que sean capaces de crecer y mejorar junto a los guitarristas durante muchos, muchos años.

Al igual que las propias guitarras, los sistemas de gestión de calidad de Yamaha continúan evolucionando para dar respuesta a las necesidades de los usuarios en un entorno de mercado y tecnológico que cambia continuamente. Verificar, cambiar y monitorizar en todas las fases supone un enorme esfuerzo, pero nos permite ser líderes del mercado y hace que nuestras guitarras suenen como tienen que sonar cada vez que se tocan, año tras año.

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