Capítulo 4: Las necesidades cambian y se vuelve a las raíces

El sintetizador-estación de trabajo EX5 salió al mercado en 1998. Sucesor del SY99, este modelo estrella puede considerarse verdaderamente representativo de los sintetizadores de los años noventa y estaba dirigido a los músicos profesionales. En 1999 se lanzó el sintetizador musical S80, que contaba con un teclado de 88 teclas como en un piano y que lo diferenciaba claramente de los demás sintetizadores Yamaha de la época. Esta característica, tan importante para los teclistas, fue muy bien recibida y también afectó al diseño de los sintetizadores MOTIF que le siguieron.

Capítulo 4: Las necesidades cambian y se vuelve a las raíces

Creación de sonido intuitiva

photo:User's manuals for the CS1x and SY77. Even the covers show the difference between the two manuals.

Manuales de instrucciones del CS1x y del SY77. Incluso en las portadas puede verse la diferencia entre los dos manuales.

En la primera mitad de los años noventa, Yamaha introdujo una amplia gama de nuevos modelos de sintetizadores aprovechando los formidables conocimientos técnicos adquiridos en el desarrollo de los sintetizadores de tipo estación de trabajo y del nuevo sistema de generación de tonos VA. En contraste con los años ochenta, sin embargo, nuestro negocio de sintetizadores estaba en dificultades y no pudimos sumar ningún éxito de la magnitud del conseguido con el DX7. En parte, la culpa fue de los cambios en el mercado de los sintetizadores. En el pasado, los usuarios se habían sentido enormemente atraídos por las nuevas tecnologías y los modelos innovadores, y los productos prácticamente volaban de las tiendas. Pero en los noventa, los continuos avances de los semiconductores, la programación y otros campos relacionados significaron la pérdida de entusiasmo de la mayoría de los usuarios, que no veían atractivo suficiente en la tecnología por la tecnología. Como resultado, los fabricantes centraron su atención en el diseño, las interfaces de usuario, los conceptos de productos y el marketing. Este período fue también notable por los cambios significativos en el panorama musical y la forma en que se utilizaban normalmente los sintetizadores. En su conjunto, la industria estaba sumida en un estado verdaderamente caótico.

Y surgió una nueva tendencia en la industria de los sintetizadores: la vuelta al sintetizador analógico. Esto no significa que se volvieran a poner en las tiendas los sintetizadores analógicos de los años setenta, sino que empezaron a ganar popularidad productos que se caracterizaban por sus sonidos y técnicas de creación de sonidos similares a los de los sintetizadores analógicos, y que se denominaron "sintetizadores analógicos virtuales". En otras palabras, los usuarios buscaban instrumentos que pudiesen emular a los sintetizadores analógicos clásicos pero utilizando las tecnologías digitales más modernas.

Varios factores contribuyeron a este incremento de popularidad de los sintetizadores analógicos virtuales, pero uno de los más cruciales fue la imposibilidad de crear sonidos de manera intuitiva con los sintetizadores digitales del momento. Los instrumentos como el DX7 tenían los menos botones, interruptores y controladores posibles, dejando que el músico navegase de menú en menú para realizar cambios sobre una apabullante variedad de parámetros de sonido. En esa época ya se habían desarrollado programas de software de edición para PC, y esto permitía dar forma a los sonidos mediante una interfaz gráfica, pero este planteamiento distaba mucho de ser el mejor para actuaciones en directo, donde es necesario poder controlar de forma instantánea el tono, el timbre, el sonido y otras características. Ahora que los filtros digitales desarrollados en la década de los noventa ya estaban totalmente aceptados, los diseñadores de sonido empezaron a volver la mirada hacia los parámetros de corte y resonancia, muy fáciles de manejar, que fueron los responsables de crear ese sonido moldeable y blando típico de los sintetizadores analógicos. Y cuando se añadieron a la mezcla los parámetros de ataque, caída (decay), sustain y abandono (release) del envolvente, se puso aún mayor énfasis en la capacidad de manipular los parámetros directamente de la misma manera que en los sintetizadores de los setenta. En paralelo, en el mundo de la música "dance" los DJ empezaron a emocionar al público con actuaciones en tiempo real utilizando filtros integrados en mezcladores que estaban diseñados para sus propias necesidades, intensificando la demanda de sonidos basados en filtros potentes, principalmente de corte de frecuencias y de resonancia.

Identificada esta necesidad, en 1996 presentamos el sintetizador de control CS1X. Era un instrumento compacto y ligero, en color azul vivo, que contaba con un selector giratorio que permitía un rápido acceso a los parámetros editables, además de disponer de toda una serie de funciones innovadoras nunca vistas hasta entonces en los sintetizadores Yamaha. Muchas de estas funciones eran perfectas para las necesidades de creación de sonido que imperaban en la época, siendo un claro ejemplo de ello los mandos específicos para controlar el sonido, que permitían una alteración inmediata de parámetros clave como el corte de frecuencias y la resonancia. Y aún más, este instrumento fue uno de los primeros en incorporar un arpegiador que permitía crear frases musicales intrincadas con solo poner un acorde en el teclado y mantenerlo. Antes de esto, lo normal era pensar en el sintetizador como un instrumento para teclistas, algo que solo podían tocar los pianistas cualificados. Sin embargo, el arpegiador hizo posible que prácticamente cualquiera pudiese tocar un sintetizador. El CS1x también destacó por la forma en la que se podían utilizar al mismo tiempo el arpegiador y los mandos de control del sonido, ya que permitía resultados creativos e interesantes sin necesidad de ser un teclista virtuoso.

photo:CS1x

CS1x

Un sintetizador analógico virtual en toda regla

El CS1x y otros sintetizadores similares se ganaron a los clientes gracias a la facilidad que volvían a ofrecer otra vez para la creación de sonido y a sus posibilidades de manipulación en tiempo real. Mientras tanto, el sonido de los sintetizadores analógicos se hacía más y más esencial en la música tecno y en otras formas de música "dance" electrónica. Y todos estos factores propiciaron que creciese la demanda de los sintetizadores digitales capaces de producir sonidos propios de los sintetizadores analógicos. Otros fabricantes de instrumentos también sacaron al mercado una amplia variedad de sintetizadores de modelado analógico, e igualmente empezaron a aparecer sintetizadores de software que empleaban modelado analógico.

En 1997, un año después de la presentación del CS1x, Yamaha continuó con el AN1x, un modelo digital optimizado para ser usado como sintetizador analógico. Esto fue posible gracias al modelado físico analógico, una nueva tecnología que simulaba hasta la más sutil de esas características únicas de las formas de ondas producidas por los osciladores de los sintetizadores analógicos, así como la forma en que afectan al sonido las ligeras inestabilidades de sus sistemas eléctricos. A pesar de su diseño digital, este era un sintetizador analógico virtual en toda regla que podía perfectamente encajar y ocupar su sitio entre los instrumentos de una banda y que tuvo una acogida tremendamente buena. Al mismo tiempo, para que el CS1x fuese más idóneo para actuaciones en directo, incrementamos la cantidad de mandos de control del sonido hasta ocho desde los seis que tenía antes y añadimos un controlador de cinta.

Los sintetizadores de producción musical que tanta aceptación tuvieron a mediados de los años noventa tenían todos los mismos bancos de sonidos a causa de la adopción generalizada de las tecnologías GM*1, XG y otras similares. Esto significaba que podían reproducir sonidos de instrumentos acústicos como baterías y pianos, y la mayoría se podían utilizar para producir arreglos completos sin necesidad de usar otros dispositivos. Por contra, los desarrolladores de Yamaha tuvieron el atrevimiento de no incluir intencionadamente los mencionados estándares tecnológicos en el CS1x para perfeccionarlo como un simple sintetizador para tocar.

  • *1: El estándar General MIDI (GM) se desarrolló para asegurar la compatibilidad entre los sonidos producidos por los diferentes sintetizadores. Los instrumentos que cumplen este estándar tienen 128 sonidos específicos, como por ejemplo piano y guitarra, además de todas las voces de una batería completa. Como tal, cualquier generador de tonos GM puede reproducir datos de canción en formato MIDI que hayan sido creados utilizando un sintetizador de un fabricante diferente y sonarán correctamente.

photo:CS1x catalog (English-language edition)

Catálogo del CS1x (edición en inglés)

Investigaciones de mercado para potenciar el desarrollo de los productos

photo:AN1x

AN1x

Debido al aumento de popularidad de Internet hacia finales de los noventa, los usuarios de sintetizadores pudieron acceder de manera instantánea a información de todo el mundo, y los modos de uso de los sintetizadores empezaron a diversificarse rápidamente. En nuestra industria, identificar las necesidades y el comportamiento de los usuarios de sintetizadores mediante investigaciones de mercado era vital, para después desarrollar los productos en respuesta a la información recogida. Aunque ciertamente se reportaron demandas de mejoras en los sistemas de generación de tonos, teclados y otros componentes de hardware, también se detectó que era necesario prestar atención al diseño físico y al color de los sintetizadores, a qué se destinaban después de adquirirse y a otros factores diversos. Mientras tanto, aumentaba la demanda de que los sintetizadores y todas sus funciones y capacidades fueran cada vez más fáciles de entender, incluso por los principiantes. Desde esta perspectiva, donde mejor se aprecian los cambios que estaban teniendo lugar en la industria del sintetizador es en los manuales de instrucciones. Solo hace falta mirar sus portadas para ver cómo se habían actualizado y modernizado en comparación con los de la época de la serie SY.

Al comenzar la segunda mitad de los años noventa, empezamos a aplicar al desarrollo de los productos todas las conclusiones de nuestras investigaciones previas. Presentado en 1998 como producto estrella, el sintetizador-estación de trabajo EX5 encarnaba todos nuestros esfuerzos hechos durante la década.

Después de la serie SY, Yamaha había reordenado su gama de sintetizadores para centrarse (con la excepción del VL1 y del VP1) en modelos de bajo coste con buena relación precio-prestaciones buscando un nuevo nicho de clientes. Durante ese periodo no lanzamos al mercado ningún sintetizador de nivel profesional que mereciese el calificativo de "sucesor" del SY99, algo que cambió con la llegada del EX5.

Las fuentes de sonido de este sintetizador musical estaban constituidas por todo los siguiente: un generador de tonos AWM2, el primero de Yamaha en ofrecer una polifonía de 128 notas; un generador de tonos de modelado físico VA como el desarrollado para el VL1; el popular generador de tonos analógico virtual AN del AN1x; un generador de tonos FDSP (Procesamiento de sonido digital formulado) de nuevo desarrollo que permitía el control de los efectos DSP utilizando el tono de afinación (pitch) y otros elementos individuales de los datos de notas; y, por último, un sistema de muestreo integrado de gran flexibilidad. Era un verdadero centro neurálgico de la síntesis que incorporaba prácticamente todas las tecnologías perfeccionadas hasta el momento. Y en particular, se había potenciado al máximo la capacidad de control con un diseño que incluía tres ruedas, una de inflexión de tono y otras dos de modulación, además de un controlador de cinta. Sin embargo, las mejoras incorporadas en el EX5 iban mucho más allá de las meras funciones, porque el sonido del instrumento igualmente reflejaba los avances de las investigaciones. También podía producir sonidos sintetizados con mucho cuerpo y densidad, esos sonidos que tantos elogios cosecharon cuando salió el AN1x, lo que permitió al EX5 ofrecer unos sonidos exclusivos con una riqueza desconocida hasta entonces.

El desarrollo simultáneo de nuevos sistemas de generación de tonos

photo:Top: EX5 (From the English-language catalog / Bottom left: The CS6x / Bottom right: S80 (Both from the Japanese catalogs)

Arriba: EX5 (del catálogo en inglés)
Abajo a la izquierda: El CS6x Abajo a la derecha: S80
(ambos de los catálogos japoneses)

Después de introducir los generadores de tonos de modelado físico con el VL1 y el VP1, Yamaha también trabajó en paralelo en el desarrollo de una serie de nuevos generadores de tonos, como el generador de tonos analógico virtual AN del AN1x y el generador de tonos FDSP del EX5. Uno de los logros más significativos de este esfuerzo fue el revolucionario generador de tonos FS (Síntesis por formantes). Ambas tecnologías de fuentes de sonido, FDSP y FS, representaron claros avances sobre las tecnologías de generación de tonos existentes, pero fue el generador de tonos FS, basado en la tecnología FM, el que más destacó debido a un innovador planteamiento que producía el sonido mediante la suma de formantes (es decir, timbres característicos de la voz humana). Su implementación en el FS1R se llevó a cabo mediante un generador de tonos FM con ocho operadores y, gracias a prestaciones como su compatibilidad retrospectiva con las voces del DX7, pronto se ganó la reputación de "tesoro oculto".

El generador de tonos FS utiliza elementos formantes como parámetros de voces y, como es de esperar, esto permite producir sonidos similares a los de la voz humana. En el momento de su lanzamiento, Yamaha ya comercializaba una tarjeta plug-in llamada PLG100-SG como módulo de expansión de sonido para ordenadores de sobremesa (DTM). Esto causó un gran revuelo en el mercado japonés de aquellos tiempos por su capacidad de "cantar" letras introducidas en japonés. Aunque hoy en día los productos Vocaloid también "cantan" letras, este sintetizador lo hizo mucho antes utilizando un diseño totalmente diferente. Todo esto es una evidencia más del espíritu artesano de los desarrolladores de Yamaha, que nunca renuncian a ninguna innovación tecnológica por muy difíciles que sean las condiciones del mercado, que al fin y al cabo son las que mandan.

*1: De la versión japonesa del catálogo del EX5
*2: Manual de instrucciones del PLG100-SG
La versión japonesa del manual de instrucciones muestra cómo hacer que el instrumento "cante" como si fuese un ser humano.

photo:CS6x

CS6x

Los resultados de la investigación de mercado

photo:Expansion slots at the rear of the CS6X

Ranuras de expansión en la parte posterior del CS6X

Como continuación de la serie SY, Yamaha lanzó una gran cantidad de productos que combinaban una variedad de tecnologías en un esfuerzo de ofrecer las funciones idóneas según los requerimientos del momento. Sin embargo, ante la ausencia de un éxito a gran escala como el del DX7, la década de los noventa fue difícil para nuestro negocio de sintetizadores. Finalmente, la luz al final del túnel llegó con dos modelos que salieron al mismo tiempo en 1999: el CS6x y el S80.

Cualquiera podría deducir por el nombre del CS6x que era parte de la misma familia que el sintetizador de control CS1x, pero en realidad se desarrolló principalmente como un instrumento destinado a un uso profesional sobre el escenario. La primera diferencia que salta a la vista es el nuevo color de su diseño. En contraste con las refinadas carcasas negras y azul oscuro que habían sido la norma hasta entonces, el CS6x era plateado. Por supuesto que teníamos productos de colores brillantes antes de la salida del CS6x, pero la mayoría eran ediciones limitadas o versiones especiales plateadas con una "S" añadida al nombre del modelo. Esta era la primera vez que un sintetizador Yamaha se comercializaba exclusivamente con carcasa plateada.

Este sintetizador producía principalmente sonidos PCM mediante su generador de tonos AWM2 integrado; sin embargo, también podía ampliarse utilizando hasta dos generadores de tonos adicionales en formato tarjeta plug-in que proporcionaban a los usuarios acceso a fuentes de sonido VL, AN y FM entre otros. Para que resultasen atractivos para los teclistas de bandas de clubes y grupos habituales de locales pequeños, encargamos el diseño de las voces predeterminadas a algunos de los más famosos creadores de sonidos de Europa. Como tal, el CS6x satisfizo plenamente las exigencias del mercado, tanto en términos de hardware como de software. Gracias a sus sonidos densos y con mucho cuerpo, heredados del EX5, a un sistema de plug-ins de última generación, al diseño sencillo de sus fuentes de sonido y a su estética plateada que lo hacía destacar sobre el escenario, este sintetizador se hizo muy popular, sobre todo en Europa.

Y mientras el CS6x se desarrolló con los ojos puestos en el mercado europeo, Yamaha incorporó en el S80 una buena parte de las demandas que se habían detectado en el mercado norteamericano. Por ejemplo, se mejoró significativamente la calidad de los sonidos de piano, que era fundamental para los teclistas profesionales, y se le dotó de un teclado de 88 teclas para que tuviese las mismas octavas que un piano real. Estas mejoras y otras funciones novedosas significaron el despegue con respecto a los sintetizadores Yamaha precedentes.

Con objeto de reforzar la seguridad de que cubriríamos todas las necesidades primordiales de los músicos, para el teclado seleccionamos nuestro diseño AE*2 porque tenía el mismo tacto y sensibilidad que en un piano real al mismo tiempo que era perfectamente adecuado para tocar sonidos de sintetizador y de órgano. En la escena musical de aquellos años, los sintetizadores solían utilizarse para tocar voces de piano en una banda o en sesiones de jazz, aunque los teclistas también hacían un uso frecuente de las voces de órgano, cuerdas y otras similares. El S80 ofrecía unas prestaciones idóneas para lo que el mercado estaba demandando y se convirtió en un habitual de las giras y de los directos, en especial entre los músicos profesionales.

Que las ruedas de inflexión de tono y de modulación estén situadas a la izquierda del teclado es un estándar comúnmente aceptado en todos los sintetizadores básicos (con la excepción de los modelos portátiles). Sin embargo, en el S80 fueron desplazadas a la parte superior izquierda del panel frontal. Eso hizo posible reducir la longitud total del instrumento necesaria para albergar un teclado de 88 notas, una modificación que se tuvo en cuenta pensando en que muchos teclistas norteamericanos en aquellos tiempos transportaban sus sintetizadores en los maleteros de los coches, y por tanto la longitud del instrumento era un factor importante. No habríamos sido capaces de dar respuesta a esta demanda de no haber sido por la información que nos proporcionaron las investigaciones de mercado en Norteamérica.

El CS6x y el S80 tuvieron un enorme impacto en cómo Yamaha iba a seguir desarrollando sus sintetizadores en la próxima década, la primera del siglo XXI. Por ejemplo, el diseño plateado del CS6x tuvo un efecto decisivo en la elección de colorido para la serie MOTIF, que saldría no mucho tiempo después, y el éxito del S80 como alternativa viable a los pianos reales influenció la decisión de configurar nuestra gama de sintetizadores de modo que el MOTIF8 tuviese sensibilidad de piano y el MOTIF6 y el MOTIF7 tuviesen el tacto habitual de los sintetizadores. Aunque es innegable que los sintetizadores Yamaha no pasaron buenos momentos en los años noventa, los planteamientos totalmente nuevos adoptados en los modelos CS6x y S80 nos mostraron el camino correcto a seguir en los años que estaban por venir.

  • *2: El teclado AE es muy expresivo a la vez que suave, resultando ideal para tocar tanto sonidos de piano como de sintetizador, y también interpretaciones de piano en bandas de rock. También es compatible con la función "aftertouch" (presión posterior a la pulsación), por lo que puede utilizarse perfectamente como teclado maestro.

photo:S80

S80