M7CL
Entrevistas con los ingenieros de la M7CL
Lanzada en septiembre de 2005, la M7CL es la tercera mesa de mezclas digital de Yamaha diseñada para el sonido en directo, y sigue los pasos de las exitosas PM1D y PM5D.
Ofrece un funcionamiento sencillo gracias a una nueva interfaz de usuario llamada Centralogic™. Es extraordinariamente ligera (menos de 50 kg para la versión de 40 canales mono + 4 estéreo) y también es mucho más pequeña que cualquier mezclador con especificaciones similares. Trae integradas todas las funcionalidades que cabe esperar de una mesa digital, pero quizás sea aún más significativo que proporciona una calidad de audio sobresaliente que la convierte en un fuerte competidor en el exigente mercado de las mesas de tamaño intermedio. La entrada de la M7CL en este último bastión de mesas analógicas indica el comienzo de una gran oleada digital que viene para adueñarse del mercado de la sonorización en directo a pequeña y mediana escala. La mezcla digital cada vez es una opción más sensata a todos los niveles.
El propio Taku Nishikori de Yamaha quería saber cómo y por qué se creó, así que entrevistó al equipo de desarrollo de la M7CL en la sede central de Yamaha Corporation en Japón (Hamamatsu, Shizuoka).
Taku: ¿Cuándo se esbozó el concepto básico de la M7CL y cómo llegó hasta vosotros?
Mick: Estábamos en pleno verano de 2003 y trabajábamos en largas jornadas laborales con el desarrollo de la PM5D. El resto de la industria ahora reconoce la posición de Yamaha como referente después de haber vendido más de 1.800 unidades (a octubre de 2005) de mesas de alta gama PM1D y PM5D, pero en aquellos momentos no mucha gente vaticinaba la ventas masivas de las mesas digitales. Sin embargo, nosotros siempre pensamos más allá, y por eso ofrecimos las ventajas de las mesas digitales al mercado de sonorización en directo de pequeña y mediana escala. Así que el proyecto M7CL y la idea de “asequibilidad” digital son anteriores incluso al lanzamiento de la PM5D.
La verdad es que el mercado de las mesas de tamaño pequeño y mediano es uno de los más reacios a entrar en el terreno digital. En el campo del audio en directo, hemos visto ingenieros bien formados y de perfil alto apuntarse al potencial de la mezcla digital, y ello ha mejorado mucho sus posibilidades. Los ingenieros de grabación están familiarizados con el entorno de los ordenadores y tienen más tiempo para gestionar sistemas digitales de mayor complejidad. Pero en el mercado del audio en directo a pequeña y mediana escala, se dispone de muy poco tiempo para gestionar las realidades de un espectáculo único cada vez, y hay una creencia generalizada de que con una interfaz analógica tradicional se puede trabajar más deprisa. Además de esta idea preconcebida, está el hecho de que en pequeñas instalaciones, o por ejemplo en las iglesias de EE. UU., a veces las mesas las tienen que manejar voluntarios sin muchos conocimientos. Yamaha se equivocaría si presentase una mesa de mezclas digital con un conjunto completo de funciones pero demasiado complicada de utilizar..., incluso aunque tuviese un buen precio.
Así que pensamos que la clave de la M7CL tenía que ser, indudablemente, que el manejo fuese definitivamente sencillo, fácil y rápido para contrarrestar los miedos digitales de los técnicos. Fue a partir de estos debates cuando evolucionó el slogan “más fácil que en analógico”.
Al mismo tiempo, intentamos resaltar el tamaño y el peso como ventajas de las mesas digitales. Las mesas analógicas tienen que disponer físicamente todos los potenciómetros, mandos y partes electrónicas de cada canal, además de los equipos externos de puertas, compresores, reverbs y ecualizadores gráficos. Incluso los sistemas analógicos de tamaño medio se habían convertido, digamos, en “innecesariamente” grandes y pesados. Requieren demasiado tiempo y demasiado espacio para su instalación y hay que llevar toneladas de equipos adicionales. Los modernos y ligeros amplificadores –como la serie PC de Yamaha– y altavoces –como los Nexo Geo-S– ocupan y pesan bastante menos que los sistemas más antiguos, y estas ventajas son muy valoradas por el sector. Así pues, ¿por qué no hacer lo mismo con el equipo de mezcla? Las mesas digitales pueden ser mucho más pequeñas y ligeras porque solo necesitan chips DSP para todo tipo de procesamiento de señal, incluida la mezcla, la ecualización, los compresores y los efectos. Nos propusimos lograr un formato que fuese un 50 % más pequeño que un sistema analógico y que pesara menos de 50 kg.
Y además, lo más importante de todo era que creíamos que podíamos hacerlo sin comprometer la calidad de sonido. No tiene mucho sentido plantearse comprometer los valores fundamentales solo para reducir el peso o aumentar la facilidad de uso. Claramente, todos estábamos de acuerdo en que teníamos que conseguir la calidad de sonido en directo de la nueva PM de Yamaha.
Taku: “Peso” y “calidad de sonido” son conceptos muy fáciles de entender, pero ¿qué queréis decir con “más fácil que en analógico”?
Nao: No sabíamos en qué estaban trabajando otros fabricantes, pero desde mi punto de vista personal tenía la sensación de que probablemente sería una versión con un funcionamiento “como si fuese analógico”. Nosotros pensábamos diferente. Teníamos la ventaja de llevar 33 años fabricando mesas de mezclas y la experiencia de haber creado distintos conceptos de interfaces, pero queríamos crear una interfaz de usuario totalmente nueva, que fuese definitivamente sencilla. Y esto solo se podía conseguir mediante una amplia investigación y una tecnología digital fiable. Fue un gran reto, y entre todos nosotros dimos con una elegante solución que bautizamos como Centralogic™.
Durante el principio del desarrollo, visitamos numerosos locales y recintos como iglesias estadounidenses y otras instalaciones de tamaño pequeño y mediano por todo el mundo. Obtuvimos excelentes resultados durante el desarrollo. Lo más alentador fue que mi opinión fue ganando confianza: “La operatividad analógica NO siempre es lo mejor en todas las situaciones”.
Por ejemplo, una mesa analógica tiene todos los controles en la superficie del mezclador. Esto era el sustento generalizado sobre el que se basaba la “intuitividad analógica”, pero esto a su vez tiene otra implicación: ¿están los ajustes de toda la mesa siempre donde tienen que estar? Porque es muy fácil cometer errores cuando se ajusta un control que se encuentra rodeado de otros muchos controles similares. Es fácil ver en muchas ocasiones mesas tapadas por una cubierta acrílica para evitar cambios no deseados en ajustes, especialmente en la ganancia de los preamplificadores y en los niveles de salida. Y cada vez tuve más claro que había que proporcionar una función que escondiese parámetros innecesarios, o que al menos los bloquease.
La elección de la pantalla táctil fue algo natural. Funciona en el centro de una interfaz de usuario extremadamente flexible y cumple una doble función: pantalla de información y controles.
Por supuesto, a su vez el manejo de una mesa analógica tiene también sus ventajas. Por ejemplo, no hace falta tener un cuidado extra con “modos” ni “capas”. Intentamos crear una mesa de mezclas con faders y controles que no estuviesen dispuestos en capas, lo que reduciría las distracciones y ayudaría a concentrarse en el “arte del espectáculo”.
Por descontado, aprendimos otras muchas cosas y tenemos otros muchos aspectos de investigación entre manos, pero como no es cuestión de desvelar nuestros secretos, hasta aquí puedo leer. :-)
Taku: ¿Cuáles fueron los principales problemas que tuvisteis que afrontar durante el proceso de diseño y creación de la M7CL a partir del estudio del concepto Centralogic™?
Masaru: Incluso aunque el concepto básico estaba muy claro, hubo que hacer varios intentos para convertirlo en un producto real. Fue tremendamente difícil disponer la información de forma adecuada en la pantalla táctil y a la vez mantener la suficiente visibilidad y que no se convirtiese en una tortura. ¡Recuerdo muchas noches hasta las tantas!
Kotaro: No me puedo acordar de cuántos planteamientos de pantallas y paneles hice, pero los diseños finales se aprobaron después de muchos debates con varios ingenieros de sonido y constructores.
El número de parámetros de una mesa de mezclas es un desafío para la imaginación. Si miramos solo un canal de entrada, tenemos preamplificador, fader, interruptor de activación, filtro de paso alto, 12 parámetros de ecualización, filtro de paso bajo, compresor, puerta de ruido, envíos auxiliares, y así podemos seguir... Es una larga lista, y después hay que multiplicarla por 32 o 48 según el número de canales en horizontal. Y luego está la salida: efectos, memoria de escenas, gestión de usuarios... Realmente era mareante. La clave estaba en cómo de lógica y sencilla podríamos hacer la disposición de todos los elementos.
Creíamos que la pantalla táctil podría manejarlo todo, pero en realidad nos encontramos que eso era un arma de doble filo. Confiar demasiado en una pantalla táctil no hacía la mesa lo suficientemente “instantánea” en todas las situaciones. Así pues, repasamos repetidamente el flujo de trabajo que siguen los ingenieros de sonido, determinando cada vez cuántos controles reales eran necesarios y dónde debían estar, qué funcionaba bien en una pantalla táctil y qué funcionaba mejor en forma de conmutador. Había también otros muchos aspectos como el tamaño de los iconos, el color y el contraste, etc. Invertimos una gran cantidad de tiempo en dichas investigaciones, pero pensamos que mereció la pena.
Taku: La introducción de una nueva y fácil interfaz de usuario debería siempre ser bienvenida, pero ¿no existe la preocupación de crear confusión entre los usuarios que ya utilizan mesas digitales Yamaha?
Mick: Centralogic™, de hecho, tiene compatibilidad con las interfaces de usuario habituales de todas las demás mesas digitales Yamaha ya existentes. Hay una herencia perfectamente visible: se pueden cambiar los parámetros mediante una tira de canal virtual seleccionando un canal. Centralogic™ proporciona un punto de vista adicional y acceso a los canales seleccionando y presentando un bloque de 8 canales en el área Centralogic™ mediante la tecla de navegación.
Tengo la plena seguridad de que la interfaz de usuario es extremadamente sencilla tanto para usuarios de Yamaha como para quienes no lo son. ¡Invito a probarla!
Taku: ¿De dónde salieron las nuevas ideas estéticas del diseño? ¿Hay alguna revolución tecnológica que dé lugar al ahorro de peso, a un formato tan pequeño y a tanta fiabilidad?
Kunihiro: La M7CL es un concepto muy claro y una herramienta profesional basada en torno a la idea de Centralogic™. Yo quería crear un diseño realmente sencillo. La funcionalidad y la belleza provienen de un sencillo motivo en “cruz”: una visión general (Overview) dispuesta en vertical y una visión de canal seleccionado (Selected Channel) con disposición horizontal.
Cuando miramos la mesa como un todo, podemos relacionar sus gruesas jambas laterales con una expresión de calidez de sonido y con la estabilidad del sistema, mientras que sus barras de aluminio representan la tecnología de vanguardia..
De hecho, mi diseño estético de la M7CL se inspiró en parte en la DMP7, que fue la primera mesa digital de Yamaha allá por 1987. En los albores de las mesas de mezclas digitales, la DMP7 causó un gran impacto en la industria del audio profesional por su sofisticada interfaz de usuario y su cuerpo ligero y compacto. Desde un punto de vista estético, sus líneas eran muy limpias y ofrecía una belleza funcional. Espero que la M7CL sea capaz de transmitir que comparte la misma filosofía que Yamaha ha estado desarrollando durante más de 18 años.
[Yoshihiro] Hemos sido muy proactivos para lograr este innovador diseño mecánico.. En ello participaron varios especialistas no solo de la división de Audio Comercial, sino también expertos en raquetas de tenis, clubes de golf e instrumentos musicales. Esa es una de las grandes cosas que tiene Yamaha: siempre sacamos partido de muy diversas experiencias. Juntamos las ideas de todos estos diferentes puntos de vista y así fuimos capaces de alcanzar nuestros objetivos: bajo peso, tamaño pequeño, fiabilidad, resistencia y facilidad de mantenimiento. Innovadores programas de CAD 3D y análisis estructurales fueron herramientas que nos funcionaron muy bien para conseguir un cuerpo tan excepcionalmente ligero y rígido a la vez.
Ken-ichi: Durante el diseño de los circuitos electrónicos, nos pusimos como meta reducir de forma notable el cableado interno y una estandarización de las piezas. Esto no solo es efectivo desde el punto de vista de los costes, sino que también permite mayor eficiencia en el montaje en la fábrica. Un fácil montaje se traduce inmediatamente en significativas mejoras en el control de calidad, lo que significa que el producto es verdaderamente fiable. Además, si se produce un fallo (quizás por un uso indebido o por una pieza defectuosa, algo realmente extraño), el diseño ayuda a ahorrar tiempo y dinero en el servicio técnico. Lamentablemente, todas estas ventajas nunca se ven desde fuera, pero nosotros estamos satisfechos con el resultado.
Taku: ¿Cuál fue el planteamiento con respecto a la calidad de sonido? ¿Surgió algún inconveniente en el calendario previsto para el diseño?
Masahiro: Fue una sorpresa y una excelente noticia cuando Mick (Okabayashi) me dijo que no tenía que reducir costes que afectasen a la calidad de sonido. Así que volvimos a realizar consultas, esta vez con ingenieros de sonido en directo de alto perfil, y nos pusimos a crear unos circuitos de preamplificadores completamente nuevos que se alejasen de la fidelidad esterilizada y respondiesen a sus demandas de calidez, energía y excitación, características que tanto habían gustado en las mesas PM5D y que ahora definen la nueva calidad Yamaha para sonido en directo. Nosotros siempre tomamos como referencia las mesas de gama alta, tanto analógicas como digitales, y estamos orgullosos de los resultados comparativos. No puedo decir más sobre el sonido con palabras, lo mejor es escuchar y creer lo que dicen los oídos.
Yoshihisa: Aunque el calendario de desarrollo era bastante apretado, lo cumplimos bien gracias al esfuerzo positivo de todos durante el proceso. Nos ayudó mucho el que el concepto estuviese completamente claro desde los primeros momentos. Desde un punto de vista práctico, esto significó que no tuvimos que afrontar ningún cambio importante en las especificaciones durante la fase de desarrollo. Eso contribuye de forma inmediata a conseguir la más alta fiabilidad tanto en el diseño del hardware como del software. Y de paso, como efecto colateral, se mantiene intacta la motivación del personal implicado en el proyecto hasta el fin del mismo.
Taku: Tengo curiosidad por saber cómo habéis hecho que el software del sistema operativo sea tan estable.
Masaru: Otros fabricantes luchan para desarrollar un control DSP utilizando un sistema operativo genérico y un ordenador integrado en el interior de la unidad procedente del mercado general de la informática, pero nosotros cuestionamos su estabilidad y su fiabilidad. Nuestra investigación todavía respalda el uso del sistema operativo hecho y patentado por Yamaha como la mayor contribución a la fiabilidad del mezclador, por lo que tomamos la decisión de utilizar nuestro sistema operativo, que está contrastado, es sencillo y opera en tiempo real.
De hecho, nuestros compañeros del Centro de I+D de Yamaha en Londres estuvieron haciendo pruebas continuas en cada fase del desarrollo, desde los primeros prototipos hasta el lanzamiento. ¡Y el resultado fue que no falló ni una sola vez! Este es un gran motivo de satisfacción para nosotros.
Taku: ¿Otras características más a destacar en la M7CL?
Mick: La M7CL es otro producto revolucionario de Yamaha. Todos confiamos en su intuitividad (¡más fácil que en analógico!) y en todas las ventajas que aporta su tecnología de vanguardia. Las reacciones que ha suscitado su calidad de sonido entre los usuarios, ya desde el principio, han sido extremadamente positivas.
Nuestra filosofía es muy clara: siempre crearemos algo nuevo mucho mejor si lo hacemos trabando en equipo entre varios expertos procedentes de diversos campos técnicos que si nos limitamos a confiar exclusivamente en nuestro “carismático liderazgo”. Este es mi mensaje: que prueben Centralogic™, que escuchen la calidad de sonido, que sientan la tecnología Yamaha y que disfruten mezclando.
Taku: ¿Un mensaje para nuestros lectores, Mick?
Mick: La M7CL es otro producto revolucionario de Yamaha. Todos confiamos en su intuitividad (¡más fácil que en analógico!) y en todas las ventajas que aporta su tecnología de vanguardia. Las reacciones que ha suscitado su calidad de sonido entre los usuarios, ya desde el principio, han sido extremadamente positivas.
Nuestra filosofía es muy clara: siempre crearemos algo nuevo mucho mejor si lo hacemos trabando en equipo entre varios expertos procedentes de diversos campos técnicos que si nos limitamos a confiar exclusivamente en nuestro “carismático liderazgo”. Este es mi mensaje: que prueben Centralogic™, que escuchen la calidad de sonido, que sientan la tecnología Yamaha y que disfruten mezclando.
Taku: Y por último, solo me queda preguntaros si estáis trabajando en algún nuevo mezclador.
Mick: No puedo decir nada, pero estamos todavía aquí, ¿no?
Taku: ¡Muchas gracias!
Escrito por: Taku Nishikori
Escrito por: Taku Nishikori
Director del Centro de Soporte de Yamaha CA para Europa
Desde que se incorporó a Yamaha en 1991, Taku ha trabajado como ingeniero de software y diseñador de la interfaz de usuario de diversas mesas de mezclas digitales como la ProMix01, 02R, 03D, PM1D y otras. Actualmente dirige el Centro de Soporte de Yamaha CA para Europa ubicado en Londres, reforzando la capacidad de soporte técnico de Yamaha a nivel paneuropeo.