Larry Mullen es un instintivo batería el cual, como el resto de los U2, toca con naturalidad, directamente desde el corazón. Larry nunca ha llenado las canciones de U2 con complejas piezas de batería, siempre ha comprendido la importancia de las pausas cargadas de dramatismo. Cuando U2 obtuvo su merecido reconocimiento en los 80, Larry contaba ya con un estilo maduro que se contradecía con su juventud.